París (AFP). La época dorada del fotoperiodismo, de los grandes reportajes y de un puñado de agencias célebres podría estar llegando a su fin, como lo ilustra hoy la situación de una de ellas, Gamma, declarada en suspensión de pagos y cuyo futuro es incierto.
Fundada en 1967 por Raymond Depardon y Gilles Caron, Gamma forma parte de la sociedad Eyedea, que agrupa asimismo, entre otras, las agencias Rapho, Keystone, Jacana, Hoa-Qui, Explorer y sus fondos fotográficos. La sociedad pertenece desde 2006 al fondo de inversiones Green Recovery.
Jean-François Leroy, director del festival Visa para la Imagen de Perpiñán (sur), dedicado a la fotografía de prensa, se indigna cuando se habla ante él de crisis del fotoperiodismo.
"De lo que hay que hablar es de crisis de la prensa", recalca. "Si la prensa publicara la actualidad del mundo en vez de concentrarse en los pantalones vaqueros de Barak Obama y los últimos vestidos de Carla Bruni-Sarkozy, no estaríamos en esta situación".
Leroy sostiene que la prueba de su afirmación es el propio festival Visa para la Imagen, que desde hace 21 años "ha demostrado que la producción de fotoperiodismo está ahí, dando a conocer fotos de temas que ya no son publicados. Y el público viene al festival masivamente".
El periodismo fotográfico sufre hoy de la falta de publicación. "El fotoperiodismo tuvo en los años 80 un periodo extraordinario: se creaba entonces una revista por mes, y las agencias fundadas en los años 70, como Gamma, Sipa o Sygma se beneficiaron con ese auge", señala François Hébel, director de los Encuentros de fotografía de Arles y exdirectivo de las agencias Magnum y Corbis.
Desde entonces se produjeron dos fenómenos: "la prensa de revistas ya no es tanto como era un soporte para la publicidad, y apareció la digitalización", explica.
"Las únicas que comprendieron a tiempo la importancia de la digitalización son las agencias AFP, Reuter y AP. Las tres acompañaron con un dumping y vendieron a bajo precio productos de muy buena calidad. No se puede luchar contra eso", argumenta.
Pero detrás de la realidad del mercado está la situación de los fotógrafos. "El problema es que se los mantuvo en la ilusión de un mercado que existía todavía, cuando en realidad se había transformado totalmente. Durante 20 años, los fotógrafos viajaban en avión todos los días, iban al circuito de Mónaco, a hacer el retrato de Lady D, a cubrir una guerra. Tenían un enorme talento, ganaban el equivalente de 10.000 euros mensuales. Hoy, tienen todos el salario mínimo y 55 años. Pero no se les puede reprochar nada", comenta François Hébel.
Jean-François Leroy considera que "el enorme problema del que nadie quiere oír nada es que hace 20 años la prensa estaba dirigida por periodistas. Hoy es dirigida por encargados de marketing". "¿Cómo quiere que una agencia de prensa prepare su presupuesto provisional para el año próximo? Se puede prever el Tour de Francia, la Copa de Fútbol o el Festival de Cannes, pero ¿la actualidad?", plantea.
Noël Quidu, fotógrafo de Gamma, tiene tras sí ventiún años de carrera como gran reportero. Desde hace dos meses, su dirección le rechaza todas las propuestas de reportaje.
"Las agencias están enfermas desde hace mucho tiempo, no conozco una sola que ande bien, el giro de Internet y de la numerización transformó todos los valores", estima.
"En Gamma, antes había un staff y uno solo. El trabajo eran las noticias, noticias de guerra, de revista, otros se ocupaban del sector 'people', del estudio, de las galas. Todo el mundo estaba en la misma redacción", recuerda.
Pero, desde su compra, el propio nombre de Gamma "fue ocultado detrás del de Eyedea Presse. Después crearon otras entidades, Eyedea Ilustración, Eyedea Exclusiva: dejaron a la novia sin vestido...", lamenta el fotógrafo.
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