28/11/12

La tibieza de los líderes


Por estas fechas, en 1980, en Myitkyina (capital del Estado Kachin) se produjeron las primeras conversaciones de paz entre el gobierno Birmano y el Kachin Independence Organization, hacía ya 19 años del comienzo de la guerra entre ambos bandos. Han pasado muchas cosas desde entonces, pero no ha cambiado casi nada.

Una de tantas cosas que no ha cambiado es la capacidad de reacción de las Naciones Unidas, también en Noviembre, el 29 para ser exactos, pero de 1991 en una asamblea general, adoptó una resolución condenando la violación de los derechos humanos en Birmania e instando al gobierno a liberar a Aung San Suu Kyi y al resto de presos políticos.

Hoy en día vemos la misma ineptitud e incapacidad en cualquier lugar del mundo hacia el que miremos. Ha llegado el momento de que se replanteen sus procedimientos o de que el pueblo, se replantee por qué tenemos que mantener una organización que, repetidamente ha demostrado no servir absolutamente para nada. 

Birmania
Siria
República Democrática del Congo
Sri Lanka
Palestina
Kosovo
Chechenia
Sahara Occidental
Sudán
Somalia
Zimbabue
...

Un caso reciente de tibieza política referente no a las Naciones Unidas sino, en este caso al lider político más aclamado de los últimos años, Barak Obama, lo podemos leer en un artículo publicado por mi socio y compañero Carlos Sardiña en Democratic Voice of Burma.

Niños soldado Birmanos, prisioneros de guerra del KIO.

20/11/12

Felicidades y el Triángulo de las Bermudas

No he podido evitar fijarme en un comportamiento cada vez más extendido en las redes sociales. Cuando un compañero cuelga una publicación suya, como forma de auto-promoción, bien sea en Facebook o Twitter, una cantidad importante de personas hacen comentarios del tipo “felicidades” o “enhorabuena”. ¿Cuál es la razón de estos comentarios?, cuando alguien recibe un premio, beca, etc... entiendo esta reacción pero, cuando alguien simplemente publica algo en algún medio de comunicación... es nuestro trabajo o ¿no?, ¿por qué un enhorabuena? Imagínese que usted llega a la panadería a primera hora de la mañana, mira el pan y los bollos y le dice al panadero, ¡felicidades hombre! Y se da la vuelta y se va de la tienda.

No estoy criticando a las personas que hacen esto, nada más lejos de mi intención, simplemente reflexiono acerca del por qué. Tal vez, la gente se ha dado cuenta de lo difícil que es esto, de que hoy en día es muy complicado publicar algo en en cualquier medio de comunicación siendo freelance, puede ser y esto es positivo pero, también es un claro síntoma de hacia donde se dirige el periodismo.

Volviendo al panadero, ¿estaría bien que si vemos sus bollos en la cafetería de moda, en lugar de las rosquillas prefabricadas de alguna gran empresa le diésemos la enhorabuena? Quizás si, pero esto me hace volver a lo mismo, nuestra profesión va por el mismo camino, noticias enlatadas, con conservantes cancerígenos, producidas sin cariño que se transportan a la velocidad de la luz a través de la red y que 5 minutos después, con suerte, nadie las recuerda.

Hace unos días escuchaba en un programa de radio una expresión que no había escuchado antes, referida a los medios, “el efecto Lázaro” al parecer, se refiere a cuando una noticia antigua reaparece desde las redes sociales a los medios de comunicación tradicionales o directamente a ellos y se da como actualidad. Esto sucede por la total falta de profesionalidad de muchos trabajadores (no los puedo llamar periodistas) de los grandes periódicos o agencias, por no cumplir con uno de los reglas básicas de la profesión, CONTRASTAR. Hablaban del supuesto hallazgo de la Atlántida en las costas de Cuba, en pleno triángulo de las Bermudas, bien, esta historia a parte de un burdo fraude, es del año 2001, la noticia salio de la agencia Rusia Today y corrió como la pólvora haciendo incluso portada en muchos periódicos en todo el mundo (tampoco sus trabajadores contrastaron) la noticia ha sido convenientemente borrada de la web de RT (vaya cagada) a estas alturas.

Quizás, una de las razones por las que la gente felicita a un freelance, que con su esfuerzo, cariño y dinero ha conseguido colar una pequeña historia en un periódico de cualquier lugar, por pequeño que este sea, es porque entiende que lo que él cuenta no lo ha copiado y pegado de ningún lado, no ha conseguido tal foto o cual entrevista gracias al talonario, tan de moda últimamente en las grandes empresas. 


 

13/11/12

El País en la unidad de paliativos

Foto: Uly Martín





Este fin de semana ha ocurrido algo terrible, una de las peores cosas que le pueden ocurrir a un país, se ha ejecutado otro ERE en un medio de comunicación, esta vez en el periódico más importante de España, El País. La pérdida de puestos de trabajo es una desgracia, pero esto ocurre en todos los laboricidios, sea una empresa conservera o un periódico. Lo importante de este caso, es algo, que vas más allá, algo, de lo que no todo el mundo es consciente. Es un paso más hacia la indefensión del ciudadano, un paso más hacia el abismo de la ignorancia, hacia el acantilado de la impunidad ajena, en definitiva, un paso más que nos aleja de la verdad y de la democracia, por la que tanto lucharon nuestros padres y abuelos.


Esto ha pasado casi desapercibido entre los ciudadanos de a pie, aunque ha creado un terremoto entre los que nos dedicamos a esto de vigilar a “los malos”. Al parecer, el grupo tenía muy claro desde el principio lo que quería y no aceptó ningún tipo de negociación, se propusieron varias fórmulas por parte de los trabajadores, que equivaldrían al mismo ahorro, he incluso mejor que el Expediente de Regulación, la respuesta siempre fue la misma, ¡NO! Es incomprensible la intransigencia de Prisa, al menos para mi, un absoluto ignorante en asuntos empresariales pero, lúcido en asuntos informativos.


A los que han puesto la primera piedra en la construcción del mausoleo de la libertad en España, les digo, que sus hijos y sus nietos sufrirán las consecuencias por mucho dinero que tengan, nadie les protegerá de lo que ellos han hecho.

Sigo viendo a mi novia leer El País cada día, desde el sábado, yo no puedo, encuentro errores donde quiera que mire, debe ser mi subconsciente, estoy seguro de que antes también los había, pero los pasaba por alto o no me los tomaba tan a pecho. Cuando abro la web por la mañanas, de verdad que lo intento cada día, tengo la sensación de estar traicionando mis principios, de estar traicionando a todos los compañeros que se han dejado la piel por ese rotativo, por sus lectores, para que ellos puedan tener acceso a una información veraz, para ellos, los que ahora no han movido un dedo por sus trabajadores, dado que sus vidas se están desmoronando a su alrededor, debido a la gestión de unos dirigentes igual de ineptos que los del Grupo Prisa.



6/11/12

Una historia en el archivo








Cuando estás en una situación como esta, quiero decir, como fotógrafo que pretende documentar algo, especialmente cuando pretendes contar una historia grande a través de una personal y más pequeña, siempre tienes que elegir a alguien para tu proyecto. A veces es más sencillo, por ejemplo cuando conté la historia de Azucena Paredes, una madrileña expulsada de su casa por el siniestro y maquiavélico Instituto de la Vivienda de Madrid a finales de 2011 EVICTION-DAY no tuve que elegir. Azucena me abrió las puertas de su vida después de haber hablado con ella durante algunas semanas (hasta el punto de enfrentarse a la policía dentro de su propia vivienda, en el momento del desahucio y salir en mi defensa, afirmando que yo era su invitado y que no me tenía que ir del lugar). En cambio, cuando llegas a un lugar como un hospital, campo de refugiados y decenas de circunstancias más, tienes que decidir quien puede representar mejor lo que quieres contar.

En el hospital de Laiza, Kachin state, elegí a Ze Dai porque nos caímos bien, eran recientes sus heridas y estaba dispuesto a que invadiera su intimidad para que, su historia y la historia de Kachin, viera la luz a través de mis ojos THE-STORY-OF-ZE-DAI Esto no quiere decir que el resto de la historias no merezcan ser contadas. Me siento en deuda con todas esas personas que dejaron que merodeara por allí durante días y que tendrán que soportarme mucho tiempo más, por esa razón he decidido hurgar en el archivo, editar estas fotos, en principio descartadas y colgarlas aquí.

Lanhpai Tang Gun, perdió parte de su pierna al pisar una mina terrestre el 13 de Febrero de este año, en una remota zona de la jungla, del ya remoto Kachin state, tardó 2 días en llegar al hospital, donde finalmente decidieron amputar debido al mal estado de la pierna. El fue una de las personas que fotografié en el Hospital Militar de Laiza, la capital del territorio controlado por el Kachin Independence Organization, en Myanmar.