8/1/13

Un nuevo nicho


Leyendo esta semana un post de Carlos Spottorno en el que habla entre otras cosas (como suele ser habitual en él) de encontrar un nicho dentro de la fotografía. He estado dándole muchas vueltas al tema  de “vivir de la fotografía”, me refiero a lo cada vez más difícil que resulta esto. Encontrar un nicho.

Hace muchos años que se, que fotografiar es algo que me gusta. Mi padre me regaló una cámara compacta que llevaba atada con una goma debajo del sillín de mi bicicleta cuando tenía 10 ó 12 años. Con el tiempo, ya en Bachiller, alguien me dijo que se podía vivir de esto, que se podía estudiar. Yo, era un completo desastre en el instituto, así que cuando le dije a mi pobre madre que quería estudiar fotografía, se descojonó pero luego, lo pensó y me concedió el beneficio de la duda e hizo el esfuerzo de enviarme a la isla capitalina (para el que no lo sepa soy de una pequeña isla en medio del atlántico, La Palma) y pagarme los estudios. Esto fue a finales del año 92, no había cumplido los 16 aún, después de mis primeras clases en el Instituto Cesar Manrique, me dí cuenta de que mi vida había cambiado para siempre, eso es lo que quería ser. A mi madre le sorprendieron mis buenas notas, a mi no. En un primer momento, supongo que como a todos los que empiezan, me interesaba todo de esta profesión tan fascinante. Algún tiempo después conocí a otras personas que dirigirían mi vida a lo que soy hoy. Fran Pallero, Ramón de la Rocha y Daniel Santos, me hablaron por primera vez de Robert Capa, Eugene Smith y James Natchwey entre otros, recuerdo, que cuando les conocí, Fran acababa de volver de China por encargo de la Agencia EFE, estudiaba todavía pero hacía un tiempo que colaboraba con algunos medios. Yo imaginé Asia durante meses. Este, sin duda fue otro punto de inflexión en mi vida. A partir de este momento comencé a ver la fotografía como una herramienta para conseguir algo y no como un objetivo en si misma, comprendí el poder que tenía una imagen a través de revistas, periódicos y libros como los resúmenes del World Press Photo. En uno de mis cumpleaños me regalaron un libro aniversario de los 150 años de Associated Press y volví a soñar, esta vez con ser fotógrafo de AP.

Bien, todo esto viene del “nicho” del que habla Spottorno, yo, personalmente sigo pensando igual que en el año 1992, es cierto que me gusta la fotografía, casi todas sus facetas, me gusta aprender de otras disciplinas e intentar llevarlas, en la medida de lo posible a mi terreno pero, esto solo es un pasatiempo para mi, digamos que el periodismo es mi profesión, mi modo de vida y la fotografía es mi hobby y no quiero buscar una alternativa, respeto a quien lo hace, faltaría más, pero yo prefiero seguir luchando.
Sigo creyendo que el fotoperiodismo es necesario, ahora más que nunca, en estos tiempos tan revueltos, creo a pies juntillas que ni ha muerto, ni va a morir, solo está en un proceso de adaptación traumático debido a la mala gestión de los empresarios de los medios, que no han sido capaces de colocar la responsabilidad y la honestidad que implica dirigir un servicio público, por encima del enriquecimiento personal. Pero también nosotros, los profesionales, tenemos gran parte de culpa en esto, hace muy poco hablaba sobre esto con uno de mis mejores amigos, José Luis Cuesta. Nos quejamos de que los nuevos regalan el trabajo o en el mejor de los casos cobran sumas ridículas, que montan fotos, que se pasan con el photoshop, que son demasiado activistas, etc... Pues bien, yo creo que los que estamos en la calle, los que pasamos el mes pensando si llegaremos a final con dinero en el bolsillo, los que estamos sometidos a este estrés desde mucho antes que la crisis golpeara a todo el mundo, con equipos de miles de euros, con vehículo propio, móvil, internet, cuotas a la seguridad social,... debemos, tenemos que sacar tiempo para enseñar, aconsejar a esta gente que trata de incorporarse a este trabajo. Nadie les ha dicho nunca como se hacen las cosas. En España hay cientos, posiblemente, de escuelas de fotografía, pero ¿cuántas enseñan fotoperiodismo? Y de las que lo hacen, ¿cuántas tienen profesores que hayan vivido la calle de verdad, con experiencia en periódicos y/o agencias? Se, que alguna de ellas invita a algún fotoperiodista de verdad a dar una charla de una hora una vez al año y poco más. 

La conclusión a todo esto es, que debemos abrirnos, aconsejar, regañar si es necesario, para ir pasando el testigo a las nuevas generaciones, para que el fotoactivismo, el photochopismo y la dirección cinematográfica no se confundan con el fotoperiodismo o con el documentalismo. Una vez que consigamos hacer esto, los que están llegando podrán elegir quedarse a nuestro lado, en este nicho o elegir cualquier otro, hay muchos, probablemente no se harán ricos en ninguno pero al menos sabrán para poder definirse.

Hablando de nuevos nichos en la fotografía echen un vistazo a esto, vale la pena.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Arturo, me ha encantado tu reflexión. Estoy contigo, aunque estemos tan lejos el uno del otro. Ojalá que algún día haya buenas universidades de periodismo en las que el fotoperiodismo sea esencial. Un beso.

Sol

Unknown dijo...

Creo que sería un paso enorme para esta profesión, yo estaría ahí el primero para matricularme. Podría significar el principio de grandes y positivas cosas, como la creación de un colegio que pudiera imponer unos precios dignos-mínimos por encargo. Con el tiempo, empezarían a desaparecer el típo de fotógrafo (que no lee el periódico porque no le interesa) y a incrementarse el número de periodistas que trabajan con una cámara y no con un bolígrafo, que es lo que somos los fotoperiodistas.