13/11/12

El País en la unidad de paliativos

Foto: Uly Martín





Este fin de semana ha ocurrido algo terrible, una de las peores cosas que le pueden ocurrir a un país, se ha ejecutado otro ERE en un medio de comunicación, esta vez en el periódico más importante de España, El País. La pérdida de puestos de trabajo es una desgracia, pero esto ocurre en todos los laboricidios, sea una empresa conservera o un periódico. Lo importante de este caso, es algo, que vas más allá, algo, de lo que no todo el mundo es consciente. Es un paso más hacia la indefensión del ciudadano, un paso más hacia el abismo de la ignorancia, hacia el acantilado de la impunidad ajena, en definitiva, un paso más que nos aleja de la verdad y de la democracia, por la que tanto lucharon nuestros padres y abuelos.


Esto ha pasado casi desapercibido entre los ciudadanos de a pie, aunque ha creado un terremoto entre los que nos dedicamos a esto de vigilar a “los malos”. Al parecer, el grupo tenía muy claro desde el principio lo que quería y no aceptó ningún tipo de negociación, se propusieron varias fórmulas por parte de los trabajadores, que equivaldrían al mismo ahorro, he incluso mejor que el Expediente de Regulación, la respuesta siempre fue la misma, ¡NO! Es incomprensible la intransigencia de Prisa, al menos para mi, un absoluto ignorante en asuntos empresariales pero, lúcido en asuntos informativos.


A los que han puesto la primera piedra en la construcción del mausoleo de la libertad en España, les digo, que sus hijos y sus nietos sufrirán las consecuencias por mucho dinero que tengan, nadie les protegerá de lo que ellos han hecho.

Sigo viendo a mi novia leer El País cada día, desde el sábado, yo no puedo, encuentro errores donde quiera que mire, debe ser mi subconsciente, estoy seguro de que antes también los había, pero los pasaba por alto o no me los tomaba tan a pecho. Cuando abro la web por la mañanas, de verdad que lo intento cada día, tengo la sensación de estar traicionando mis principios, de estar traicionando a todos los compañeros que se han dejado la piel por ese rotativo, por sus lectores, para que ellos puedan tener acceso a una información veraz, para ellos, los que ahora no han movido un dedo por sus trabajadores, dado que sus vidas se están desmoronando a su alrededor, debido a la gestión de unos dirigentes igual de ineptos que los del Grupo Prisa.



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